Extraer, clasificar y procesar cantidades masivas de datos es una empresa enorme, complicada y costosa que suele estar reservada únicamente a gobiernos y grandes empresas. Pero ahora los macrodatos también están teniendo un gran impacto en las operaciones más pequeñas. Tanto es así, que los macrodatos están entrando lenta pero inexorablemente en nuestra vida cotidiana.
Big Data portátil para optimizar el rendimiento
Los macrodatos, antes relegados a las campañas de marketing de grandes minoristas como Target, son ahora tan pequeños que pueden llevarse en la muñeca. Los relojes y pulseras inteligentes generan datos de todo tipo, desde el número de calorías que consumimos hasta los patrones de nuestro sueño o nuestro nivel de actividad.
La banda Up de Jawbone, por ejemplo, recopila cada noche datos de 60 años de sueño (junto con un registro de los pasos dados y otras variables) para identificar patrones y ayudar a los usuarios a llevar una vida más sana.
Big Data personalizado para una atención médica individualizada
Las grandes entidades sanitarias, como las compañías de seguros, han sido unas de las mayores beneficiarias de los macrodatos. Pero en gran medida se ha relegado al ámbito corporativo: segmentación de clientes, identificación de fraudes, comercialización de servicios, etc.
Pero ahora, los big data tienen el potencial de hacerse tan pequeños que pueden entrar en nuestro cuerpo. Los macrodatos personalizados ya se utilizan en aplicaciones de seguimiento de bebés en hospitales. Recopilando datos de cada latido y cada respiración, los analistas de la UCIN pueden predecir infecciones en bebés un día antes de que presenten síntomas.
En la actualidad, los fabricantes de medicamentos están trabajando en el uso de big data para incluir a todos los seres humanos en los ensayos clínicos en lugar de sólo a un pequeño grupo de discusión, y los genetistas están hablando de su uso para descifrar cadenas enteras de ADN en cuestión de minutos. Estos datos pueden combinarse con los de los relojes inteligentes y otros dispositivos de control médico para ofrecer diagnósticos y tratamientos personalizados.
Big Data reducido para máquinas más inteligentes
El conocido Prius híbrido de Toyota -así como el coche autoconducido de Google, que no es tan popular- incorpora tecnología GPS y cámaras que utilizan big data para ayudar al vehículo a navegar sin interacción humana. El big data se utiliza para leer contadores inteligentes de agua y electricidad que recogen y transmiten información al instante. Envían informes de consumo a las compañías eléctricas y de agua, e indican a los propietarios cuándo es el mejor momento para ducharse.
Medición de métricas para la optimización de sitios web
Si su pequeña empresa o negocio en casa utiliza Google Analytics, ya está utilizando big data. No requiere un hardware caro y complicado ni servidores enormes, sólo una cuenta de Gmail. Analytics permite a los usuarios extraer datos a largo plazo para tomar decisiones basadas en datos sobre cómo se comportan los visitantes de su sitio web, cómo funcionan las campañas en redes sociales o cómo reaccionan los clientes cuando utilizan dispositivos móviles.
Desde las empresas de marketing a domicilio hasta los medicamentos que tomamos o los coches que conducimos, el big data ha dejado de ser un concepto vagamente definido y misterioso que sólo entienden las grandes corporaciones. Al igual que nuestros ordenadores y altavoces estéreo, los macrodatos se reducen a medida que mejora la tecnología. Los macrodatos son cada vez más pequeños, tanto que están entrando en nuestras casas, nuestros coches e incluso nuestros cuerpos.