Si quiere llevar una vida más ecológica, le aplaudimos. Vivir de forma ecológica puede ser una muy buena idea, pero a veces puede resultar confuso. En Internet y en las tertulias circulan muchos "hechos" o mitos, así que es importante que sepas separar la realidad de la ficción.
Un estilo de vida ecológico y respetuoso con el medio ambiente puede ser estimulante, emocionante y gratificante económicamente, o puede hacer que te sientas deprimido, privado y falto de dinero, dependiendo de con quién hables. He aquí nueve "hechos" o mitos sobre la vida ecológica, junto con los hechos reales.
#1. Tomar decisiones ecológicas es caro y doloroso
Si parte de su vida ecológica consiste en comprar productos ecológicos, esto puede resultar caro, ya que suelen costar más que los normales. Pero hay cosas que no cuestan nada, como apagar las luces de las habitaciones vacías, mantener el termostato a una temperatura razonable y utilizar grifos que ahorren agua. Son estrategias "gratuitas" que realmente merecen la pena. Y si te gastas el dinero extra en comprar electrodomésticos ecológicos, muchas de ellas se amortizarán mucho antes de lo que habías presupuestado.
#2. Hacer pequeños cambios no importa
Esto es definitivamente ficción porque estudios recientes han demostrado que si tomas unas pocas decisiones de compra inteligentes esto puede traducirse en grandes cambios en nuestro planeta. Un ejemplo bastante sencillo es que cuando compres artículos de papel para el hogar busques aquellos que tengan altos porcentajes de residuos postconsumo o papel reciclado. Por desgracia, muchos de los grandes fabricantes de papel talan bosques vírgenes para fabricar estos productos. Pero hay algunas marcas ecológicas como Seventh Generation y la línea Market 365 de Whole Foods que utilizan materiales reciclados. Empieza a comprarlos y puede que ayudes a salvar algunos árboles.
#3. Necesitamos más centrales eléctricas
En lugar de construir más centrales eléctricas podríamos tomar decisiones más inteligentes para que la energía que tenemos llegue más lejos. Por ejemplo, según cifras del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, las bombillas fluorescentes compactas (CFL) contaminan cuatro veces menos que las convencionales.
#4. Si conservas tus viejos electrodomésticos es como si estuvieras reciclando
Según algunos expertos, esto es cierto al menos a medias. Si conserva los electrodomésticos, no estará contribuyendo a llenar los vertederos. Pero conservarlos tampoco es necesariamente una opción ecológica. Digamos que utilizas un frigorífico de los años setenta. Si es así, estás consumiendo un 70% más de energía de la que consumirías con un modelo más nuevo. De hecho, si elige un electrodoméstico con la etiqueta Energy Star su ahorro se acercará al 90%. Esto se debe a que los nuevos electrodomésticos hacen mucho más con menos electricidad. Supongamos que ese viejo frigorífico tiene entre 10 y 15 años. En este caso, probablemente reducirías significativamente tu consumo de energía sustituyéndolo. También podrías reducir tu sentimiento de culpa comprando en una tienda que se lleve ese viejo electrodoméstico y lo recicle.
Aquí tienes un breve vídeo con más información sobre los electrodomésticos Energy Star y cómo pueden ahorrarte dinero y proteger el medio ambiente.
#5. El coste del desplazamiento es un gasto fijo
Si cree que el coste de sus desplazamientos es un gasto fijo, piénselo otra vez. Podrías conseguir entre un 10% y un 50% más de gasolina gratis cada semana. Según GlobalCarsBrands.com, la puesta a punto más sencilla puede mejorar tu consumo de gasolina al menos un 4%, lo que supone una gran forma de ahorrar. Algo tan sencillo como un filtro de aire nuevo puede aumentar el kilometraje hasta un 10%. Si mantienes los neumáticos bien inflados, conseguirás otro 2%. Sume todo esto y podría estar obteniendo hasta un 40% o 50% más de gasolina gratis cada semana.
#6. Cuando apagas un aparato no está consumiendo energía
Lo creas o no, los electrodomésticos que has apagado podrían estar suponiendo hasta el 10% de tus gastos energéticos. A esto se le llama "energía vampiro", porque es la energía que un aparato sigue consumiendo para que pueda volver a la vida rápidamente cuando pulsas un botón. Entendemos que enchufar y desenchufar tus aparatos cada vez que necesitas utilizarlos puede ser una verdadera faena. Así que hazte con una regleta. Conecta tres o cuatro de tus electrodomésticos a esa regleta y, cuando no los estés utilizando, pon el interruptor de la regleta en la posición de apagado y sabrás que realmente están apagados.
#7. Los coches híbridos son siempre mejores que los no híbridos
Hay híbridos como el Toyota Prius o el Honda Civic que consiguen un kilometraje realmente bueno. Según GreenAmerica.org, estos coches pueden conseguir entre un 20% y un 35% de mejora en el consumo de gasolina, si se comparan con los coches convencionales. Pero esto no es cierto para todos los híbridos. Algunos fabricantes venden todoterrenos y camiones con tecnología híbrida, pero el kilometraje de estos vehículos no suele ser mucho mejor que el de las versiones no híbridas de los mismos vehículos. De hecho, hay casos en los que un coche no híbrido consume menos gasolina y contamina menos. Así que, antes de comprarlo, comprueba tanto el kilometraje como la tecnología.
#8. Comprar alimentos ecológicos es caro
Si compras con cuidado, no todo lo ecológico tiene por qué costarte dinero extra. Por ejemplo, comprar productos cultivados localmente puede reducir el coste de los alimentos en comparación con la compra de productos ecológicos que han tenido que recorrer entre 1.500 y 2.500 millas para llegar a la tienda. Por lo general, se considera producto local todo aquel que haya sido cultivado en un radio de 200 millas de su tienda. Esto reduce los elevados costes de transporte y combustible, así como la cantidad de carbono generada. Estos productos suelen ser menos caros y tienen mejor sabor porque se dejan madurar durante más tiempo. Otra ventaja es que muchos pequeños productores locales no utilizan herbicidas, pesticidas ni agentes de maduración artificiales en sus cultivos.
#9. Hay millones de vehículos que pueden funcionar con etanol
Es cierto que hay millones de camiones y coches que pueden quemar E85 o combustible compuesto por un 85% de alcohol vegetal y un 15% de gasolina. Sin embargo, la mayoría de los surtidores de combustible E85 están en el Medio Oeste. Esto significa que nueve de cada 10 veces que te acerques a los surtidores de combustible probablemente dispensen E 10, que es un 10% de etanol. No se necesita un motor especial para ello, lo que significa que quizá no tenga sentido pagar un sobreprecio por un vehículo que funcione con E85.