Todo el mundo quiere tener un futuro seguro. Pero si no lo planificas, es muy probable que un acontecimiento inesperado convulsione tus finanzas. Por ejemplo, nadie puede olvidar la pandemia, que puso la incertidumbre a flor de piel. Como consecuencia, la oferta bajó, mientras que la inflación y los tipos de interés dispararon los precios y la deuda.
Estar agobiado por facturas atrasadas puede convertir cualquier emergencia en una catástrofe financiera. Si tienes hijos, tus problemas pueden multiplicarse por diez. Admitámoslo, tener deudas y un buen futuro es casi imposible. Por eso, saldarlas puede abrirte muchas oportunidades y ayudarte a evitar los problemas mentales y físicos que pueden acarrear las deudas.
Todo el mundo necesita estabilidad financiera para vivir la vida que desea mientras se prepara para alcanzar objetivos futuros y cubrir gastos imprevistos.
Pero primero...
...¿Qué es la estabilidad financiera?
La estabilidad financiera no significa necesariamente ser rico, sino tener todo el dinero necesario para vivir cómodamente. A menudo se confunde con la independencia financiera, que se centra en la cantidad de dinero que se tiene.
El hecho es que son bastante similares, salvo que la estabilidad requiere una acción por tu parte. Cuando eres económicamente independiente, tienes los medios monetarios para comprar lo que necesitas, cuando lo necesitas. Estar en este estado de independencia significa que no tienes que pedir dinero prestado para cubrir una emergencia.
Por otro lado, tener estabilidad financiera significa que estás preparado para afrontar gastos imprevistos en cualquier momento. Tienes dinero ahorrado para no arruinarte ante cualquier reto que se te presente.
Normalmente nos encontramos endeudados por haber tomado decisiones equivocadas. Sin embargo, pueden ocurrir factores externos que están completamente fuera de nuestro control. Por ejemplo:
- Un colapso económico
- Aumento de la inflación del coste de la vida
- Un problema de salud
- Pérdida de empleo
Cuando se tiene estabilidad financiera, se dispone de ingresos y, además, de ahorros para financiar cualquier imprevisto. Puede que pienses que es más fácil decirlo que hacerlo. Pero con la estrategia adecuada, puedes ahorrar más de lo que imaginas.
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Cómo prepararse financieramente para el futuro
Ser financieramente estable implica dos conceptos sencillos: saldar las deudas y ahorrar. A continuación te indicamos algunas formas de alcanzar estos objetivos.
Saldar sus deudas
Obviamente, en un futuro sólido no hay lugar para las deudas. Puede parecer una tarea titánica, pero si vas paso a paso, podrás eliminar este obstáculo.
Tiene muchas opciones de alivio de la deuda para pagar a sus acreedores. A continuación se indican algunas de las más comunes:
- Método de la bola de nieve: requiere que ordene sus deudas de menor a mayor y está pensado para aumentar el impulso a medida que cada acreedor se va quedando en el camino. Paga el mínimo de todas las deudas y destina todo el dinero extra a la deuda con el saldo más bajo. Una vez saldada ésta, empieza a pagar la segunda deuda con el saldo más bajo. Así sucesivamente hasta que todas las deudas estén saldadas.
- Método de la avalancha - Se centra en pagar primero el préstamo con el tipo de interés más alto. Cuando lo hayas pagado, destina el dinero al siguiente préstamo con el tipo de interés más alto, y así sucesivamente. Si te centras en los préstamos más caros, con el tiempo pagarás menos intereses.
- Consolidación de deudas - Este tipo de opción de alivio de la deuda se presenta en dos formas: un préstamo de consolidación de deudas y la gestión de deudas. Ambas le proporcionan una estrategia de pago mensual único bajo que se extiende a lo largo de un periodo de pago más largo. La cuota más baja es posible gracias a un plazo ampliado y a un tipo de interés reducido.
- Liquidación de deudas - Este programa de alivio de la deuda se centra en saldar su deuda por menos de lo que debe. Un experto negocia en tu nombre y los acreedores suelen aceptar el acuerdo porque recibir algo de dinero es mejor que nada.
- Quiebra - Suele aconsejarse como último recurso debido a sus implicaciones para la puntuación crediticia. Con el Capítulo 7, sus activos serán liquidados y utilizados para pagar a sus acreedores. Todo lo que no se pague se dará de baja. Si opta por el Capítulo 13, el tribunal de quiebras le someterá a un plan de reembolso.
Controle sus gastos con un presupuesto
Un presupuesto le permite ver cuánto dinero entra mensualmente en comparación con el que sale. Si está gastando más de lo que gana, es importante que ajuste su presupuesto en consecuencia.
Conociendo el total de sus gastos mensuales, puede recortar gastos para evitar acumular deudas. Si te sobran fondos a final de mes, debes ingresarlos en una cuenta de emergencia. De este modo, dispondrás de los medios necesarios para afrontar mejor lo que te depare la vida.
Utilizar una aplicación presupuestaria facilita el seguimiento de tus gastos e identifica las áreas en las que puedes recortar. Algunas opciones son Mint.com, Monarchmoney.com, Rocketmoney.com y Tillermoney.com.
Crear un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es una cuenta de ahorro que se reserva específicamente para grandes gastos imprevistos o emergencias financieras, como facturas médicas, una batería de coche agotada o la pérdida de un empleo.
Crear este tipo de fondo es una forma esencial de protegerse, ya que le proporciona dinero al que recurrir. No importa lo grande o pequeña que sea la cantidad, puedes recuperarte más rápidamente y evitar llegar al límite de tus tarjetas de crédito o endeudarte.
Aumente sus ahorros regulares
Tener más de una cuenta de ahorro tiene muchas ventajas. Cuando dispongas de dinero específicamente para cubrir tus objetivos a largo plazo, estarás más cerca de hitos como tener una casa en propiedad o vivir el estilo de vida que imaginas en la jubilación.
La falta de ahorros puede causar inestabilidad en los mejores tiempos. Si tienes dificultades para mantenerte a flote, el sitio webBenefits.gov ofrece diferentes subvenciones y ayudas económicas a las que podrías optar.
Cuando encarriles tus finanzas, es vital que ahorres todo lo posible para ahora y para el futuro. Al fin y al cabo, nadie se ha arrepentido nunca de planificar el futuro.