Parece que, mire donde mire, hay algo que le incita a comprar. Las tiendas de comestibles colocan a propósito artículos de impulso junto a la caja registradora para que los veas antes de hacer la cola para pagar. Tus tiendas favoritas te envían correos electrónicos anunciando sus últimas ofertas. Quizá te mueres por ver la serie de la que todo el mundo habla, pero descargarla cuesta 1,99 $ por episodio. Estas pequeñas cosas suman muchas tentaciones.
Todas estas compras superfluas pueden acabar con tu cartera a final de mes. Entonces, ¿cómo vas a pagar las facturas? ¿Merece la pena un poco de gratificación instantánea cuando no puedes ahorrar dinero ni pagar tus deudas? Si no te das cuenta de que estás haciendo esto, no eres el único.
Las decisiones a corto plazo pueden tener consecuencias a largo plazo, sobre todo cuando se trata de gastar y ahorrar. Por ejemplo, parte de tu dinero extra podría destinarse a un fondo de emergencia. De hecho, según un reciente estudio de Northwest Mutual, el 60% de los estadounidenses afirman haberse centrado en aumentar sus ahorros y mejorar sus hábitos financieros desde la pandemia del COVID-19.
Afortunadamente, puedes aprender autodisciplina financiera y tomar decisiones más sensatas que te permitan disponer del dinero necesario para cubrir tus facturas. Y no requiere grandes sacrificios.
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He aquí seis estrategias que pueden ayudarle a recuperar el control de sus gastos mediante el ejercicio de la disciplina financiera:
1. Necesidad frente a deseo
Antes de hacer una compra, pregúntese: "¿Lo necesito o realmente lo quiero?". No es el tipo de necesidad al que te refieres cuando dices que tu perro "sólo necesita tener ese jersey azul con la boca de incendios". ¿Es algo que necesitas para sobrevivir o puedes vivir sin ello? De lo contrario, la compra puede endeudarte aún más.
También es importante que te cuides, pero haz todo lo posible por seguir el método "Necesidad frente a Deseo".
2. Rendir cuentas
A veces, puedes sentir que realmente necesitas un artículo y justificar la compra. Tal vez una mañana te sientas excesivamente cansado, así que te paras a comprar un café con leche de 5 dólares de camino al trabajo. En lugar de eso, sírvete una taza en casa y ahorra un poco de dinero.
Sea responsable de las compras que realiza. Las compras frívolas pueden provocar gastos innecesarios y deudas no deseadas. Antes de que te des cuenta, podrías encontrarte con un atuendo totalmente nuevo, pero sin dinero suficiente para cubrir tus gastos necesarios.
3. Limítate al efectivo
A menudo, las tarjetas de crédito y débito no parecen dinero de verdad. Una pasada por aquí y una inserción por allá, y puedes tener lo que quieras. No parece que estés gastando nada hasta que la factura mensual te muerde la cartera.
Si paga la mayoría de las cosas en efectivo, sentirá cómo el dinero que tanto le ha costado ganar se va de sus manos. Esto hace que gastar su dinero sea mucho más real. Utilizar sólo dinero en efectivo también facilita la presupuestación de los gastos. Calcule cuánto dinero quiere gastar en la semana y retire sólo esa cantidad del banco. Para mayor comodidad, puedes cargar una tarjeta de débito. Cuando te quedas sin fondos, el gasto se detiene hasta la semana siguiente.
4. Evitar la tentación
Piensa en los lugares donde más dinero gastas en cosas que no necesitas. ¿Es la cafetería? ¿El centro comercial? Quizá las compras por Internet sean su punto débil. Plantéate darte de baja de los correos electrónicos o mensajes de texto de las tiendas y navegar por las compras online. Si evita los lugares en los que es más vulnerable a los gastos no esenciales, podrá controlar mejor su deuda y aumentar sus ahorros.
5. No asistir a eventos sociales caros
Si quedas con amigos para cenar y tomar algo con regularidad, es más probable que gastes más de la cuenta. Salir a comer, al cine, a conciertos o a otros actos sociales es divertido, pero puede resultar caro. Esto no significa que tengas que evitar todas las actividades sociales; busca otras formas de reunirte con tus amigos, como ir de picnic al parque o reunirte en casa de alguien para una noche de juegos o una cena compartida. Es muy probable que a tus amigos también les guste ahorrar dinero.
6. Rastrear todo
Los gastos impulsivos suelen descontrolarse porque es fácil perder la cuenta de lo que se gasta. Tanto si escribes en un cuaderno como si te descargas una aplicación de presupuestos o un software de finanzas personales, registrar y revisar cada compra puede abrirte los ojos ante el despilfarro. Puede parecer una tarea insignificante y frustrante, pero no es necesario hacerlo a largo plazo. Una vez que sepas dónde está el despilfarro, puedes cambiar tus hábitos de gasto para eliminarlo o reducirlo.
El autocontrol requiere trabajo, pero es una parte importante de la vida y de las finanzas. Crear buenos hábitos financieros y practicar el autocontrol requiere disciplina. Si puedes mantener tus gastos bajos y tus ahorros altos, puedes tener un futuro financiero saludable para ti y tu familia. De hecho, gastar menos de lo que ganas puede ayudarte a aumentar tu patrimonio y permitirte darte algún capricho de vez en cuando.