Por naturaleza, los padres quieren proteger a sus hijos. Esta respuesta "innata" es un aspecto esencial de nuestra supervivencia como especie. Sin embargo, hay ocasiones en las que ese impulso instintivo puede tener resultados perjudiciales. Proteger a los niños de las realidades que rodean al dinero puede dificultar su capacidad para afrontar los problemas financieros que puedan encontrar cuando sean adultos.
Entonces, ¿debería hablar con sus hijos de los problemas de dinero?
Los expertos dicen "Sí".
Los niños saben más de lo que crees
Los niños son mucho más intuitivos de lo que algunos pensamos. Lo más probable es que perciban que algo no va bien cuando la familia atraviesa dificultades económicas. Según unestudio realizado por la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Texas, los niños prestan mucha atención a las cuestiones relacionadas con el dinero. Por eso los padres deben hacer todo lo posible por hablar con ellos para asegurarse de que no desarrollen ideas erróneas sobre las finanzas personales.
Es probable que los niños saquen sus propias conclusiones -que pueden ser inexactas- si no hablas de temas financieros con ellos. Además, evitar las conversaciones les priva de la oportunidad de aprender de sus errores. Ser sincero -hasta cierto punto- brinda la oportunidad de explicar lo que ocurrió, en qué se descarrilaron las cosas, qué habría hecho de otra manera si hubiera previsto la situación actual y qué está haciendo para rectificar el problema.
Pero recuerda que siguen siendo niños
Es importante ejercer cierta discreción para evitar hablar de la situación de un modo que amenace su sensación de seguridad. No querrás que tus hijos vivan con miedo a perder su casa o a quedarse sin necesidades como comida y ropa. Del mismo modo, si oyen por casualidad una acalorada discusión sobre dinero, deténgase y explíqueles la situación de modo que entiendan que sus necesidades seguirán estando cubiertas, aunque ello implique sacrificar "deseos".
Intente mantener conversaciones adecuadas a cada edad. Por ejemplo, los niños de primaria suelen entender el concepto de ahorro. Los niños de secundaria suelen ser capaces de comprender la importancia de evitar los derroches para garantizar las necesidades. Háblales de lo que puedes hacer con el dinero, en lugar de centrarte en lo que no puedes hacer. Esto les ayudará a comprender el valor del dinero.
Los chicos de secundaria suelen tener trabajos a tiempo parcial o en verano. Puedes correlacionar el número de horas que trabajan con las cantidades de dinero necesarias para hacer frente a los gastos y realizar las compras. También es un buen momento para enseñarles las ventajas del ahorro.
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Dar buen ejemplo
Por mucho que queramos creer que nuestros hijos aprenden de lo que les decimos (y lo hacen, hasta cierto punto), nuestras acciones transmiten mucha más información "pegajosa". En otras palabras, aprenden más de lo que nos ven hacer que de lo que decimos.
Por tanto, si eres derrochador, es probable que enseñes a tus hijos los mismos hábitos de gasto. Por el contrario, si usted es frugal, es probable que les enseñe a ser más cuidadosos con el dinero. En pocas palabras, es muy probable que tus hijos sigan tu ejemplo y repitan lo que te ven hacer. Utilizar el crédito indiscriminadamente, o derrochar en deseos cuando hay necesidades que cubrir, envía mensajes que pueden tener un impacto negativo en su relación con el dinero.
En resumen
Sí, debes hablar con tus hijos de problemas de dinero. Pero procure hacerlo de una forma que no les asuste. Además, haga todo lo posible por demostrar responsabilidad financiera, en lugar de limitarse a defenderla. Hablar de una cosa y jugar a otra completamente distinta puede condenar a sus hijos a un futuro plagado de deudas.