El Reto de No Gastar obliga a personas de todo el país a congelar sus gastos durante un fin de semana, una semana o incluso un mes entero. Esta frugalidad forzada no sólo ahorra a los participantes el dinero que de otro modo gastarían, sino que también pone de relieve las áreas en las que se puede recortar o modificar el gasto. Al fin y al cabo, si has conseguido pasar un mes entero sin tomar ese café con leche por la mañana, ¿por qué no dejarlo para siempre o reducirlo a dos veces por semana?
Como mínimo, al hacer el Reto de No Gastar, obtendrá una imagen más clara de cuáles son sus hábitos de gasto y verá de primera mano que tiene control sobre sus gastos. Conseguir la independencia financiera requiere sacrificio, autocontrol y determinación, y al realizar el Reto de No Gastar durante un mes, se demostrará a sí mismo que está a su alcance.
Obviamente, no puede eliminar todos los gastos por completo. Tendrás que pagar las facturas esenciales durante el mes, como el alquiler/hipoteca, los servicios públicos, los pagos del coche, el seguro, la gasolina o los gastos de transporte y los comestibles. Sin embargo, aparte de estos gastos esenciales, lo que tienes que hacer es recortar, recortar y recortar.
He aquí algunos consejos para tener éxito en el mes sin gastos:
Una vez superado el reto, asegúrate de ingresar el dinero ahorrado en una cuenta de ahorro para no caer en la tentación de gastarlo y deshacer el camino andado. Al demostrar que esto es algo que puedes hacer, anímate a nuevos retos. La próxima vez, inténtelo durante dos meses o incorpore días sin gasto a su semana con regularidad. Es una buena forma de recordarse a sí mismo que tiene el control de sus finanzas y que puede hacer lo necesario para alcanzar sus objetivos financieros.
No olvides las demás cosas que has aprendido a lo largo del mes:
Tu despensa está esperando para alimentarte. Úsala.
Todos esos anuncios en correos electrónicos, mensajes de texto y aplicaciones de redes sociales influyen en tu gasto.
Con un poco de creatividad, no hace falta gastarse mucho dinero para divertirse con los amigos y la familia.
Si no llegas al final de los 30 días, no seas demasiado duro contigo mismo. Incluso con mucha planificación, pueden surgir gastos inesperados en cualquier momento. Aunque llegues parcialmente al final del mes, habrás aprendido algo sobre tus límites y habrás descubierto áreas en las que puedes mejorar tus hábitos de gasto. Siempre puedes volver a intentarlo.