La vida frugal empieza con la definición de necesidades y deseos. Tus necesidades son los gastos esenciales que debes comprar para mantener tu calidad de vida, como comida, alojamiento y ropa. Sus deseos son artículos no esenciales que le gustaría tener pero sin los que podría vivir, como una reforma o unas vacaciones fuera del país.
Es necesario distinguir entre los dos porque hay que asegurarse de que el presupuesto pueda cubrir primero los gastos esenciales. Si te sobra dinero después de cubrir tus necesidades, puedes plantearte añadir a la mezcla algunos de tus deseos.
Esta táctica es especialmente útil si estás luchando por pagar una deuda. Aunque hay opciones más estratégicas que pueden ayudarte a afrontar esta situación, como la consolidación de deudas, es buena idea empezar por tu presupuesto.
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Entender qué son los gastos "fijos" y "variables
Conocer la diferencia entre gastos fijos y variables influirá en la forma de asignar los fondos. Los gastos fijos son los que permanecen invariables todos los meses:
- Costes de alimentación
- Facturas de servicios públicos
- Pagos del coche o del préstamo estudiantil
- Abonos a gimnasios
- Pagos de alquiler o hipoteca
Sus gastos variables pueden fluctuar de un mes a otro, como:
- Comer fuera
- Entretenimiento
- Ropa
- Gastos de viaje
Si no está seguro de cómo clasificar determinados gastos, pregúntese si la cantidad que gasta en esa partida suele ser la misma cada mes. Si fluctúa, probablemente pertenezca a la categoría de gastos variables. Ahora que ya lo sabe, haga una lista de sus gastos fijos y variables. Esto le dará una mejor idea de dónde va su dinero y qué gastos puede recortar.
Cómo presupuestar sus necesidades
Una vez que tenga una idea clara de sus gastos, es hora de empezar a presupuestar lo esencial. Si sus gastos mensuales son ajustados, puede que tenga que hacer algunos ajustes. Si revisas tu presupuesto para sacarle el máximo partido, podrás asegurarte de que todos tus gastos esenciales están cubiertos antes de elegir esos "deseos" sin los que no te importa vivir.
Siga estos consejos para empezar con buen pie:
Evalúe sus ingresos
El primer paso es examinar detenidamente tus ingresos y gastos. Asegúrate de que tienes en cuenta todas tus fuentes de ingresos, como tu salario, tus inversiones o tus actividades secundarias.
También tendrá que diferenciar entre su salario neto y sus ingresos brutos anuales. Tus ingresos brutos son la cantidad de dinero que ganas antes de tener en cuenta los impuestos, la seguridad social y el seguro médico. El sueldo neto es la cantidad que te llevas a casa una vez descontados estos pagos.
Enumere sus necesidades
Una vez que sepas con cuánto dinero cuentas, es hora de empezar a hacer una lista de tus necesidades. Si no está seguro de qué debe incluir en la lista, tenga en cuenta lo siguiente:
- Costes de alimentación
- Gastos de guardería
- Gastos de vivienda (hipoteca o alquiler, impuestos, seguros)
- Servicios públicos (electricidad, agua, basura, internet)
- Gastos de transporte (pago del coche, gasolina, transporte público)
- Pagos de deudas (préstamos estudiantiles, deudas de tarjetas de crédito, préstamos personales)
- Gastos médicos (seguro médico, recetas, copagos)
Determinar si una necesidad es realmente imprescindible puede ser difícil, pero hay algunas preguntas clave que puede hacerse para orientar la decisión.
- ¿Es algo sin lo que no puedo vivir?
- ¿Tendrá esto un impacto importante en mi calidad de vida?
- ¿Existe una forma menos costosa de satisfacer esta necesidad?
Además, también debe tener en cuenta un fondo de emergencia para gastos imprevistos. Resulta alarmante que el 56% de los estadounidenses no pueda hacer frente a una factura inesperada de 1.000 dólares. En caso de emergencia, tendrían que recurrir a medidas extremas como endeudarse más o vender objetos personales. Sin embargo, si tiene un fondo de emergencia en su haber, estará más preparado para cualquier cosa.
Del mismo modo, ahorrar para la jubilación es una necesidad esencial que a menudo se pasa por alto. Si no tiene un fondo de jubilación, le conviene empezar a contribuir a uno lo antes posible. Cuanto antes empiece a ahorrar, más dinero acumulará con el tiempo.
Enumerar los costes
Ahora que ya has hecho tu lista y la has revisado dos veces, es el momento de asignar una cantidad de dinero a cada artículo. Tus extractos bancarios de los últimos meses te darán una buena idea de cuánto sueles gastar en cada categoría.
Ten en cuenta que algunos costes, incluso los fijos, pueden fluctuar. Por ejemplo, puede que gaste más en la compra en verano, cuando los productos son de temporada, que en invierno. Del mismo modo, las facturas de los servicios públicos pueden ser más elevadas en invierno, cuando se utiliza la calefacción, que en verano, cuando se utiliza el aire acondicionado.
Si no está seguro de cuánto presupuestar para un artículo concreto, siempre es mejor pecar por exceso. Así tendrá dinero suficiente para cubrir sus gastos. Si calculas de más y te sobra dinero, puedes elegir a qué destinarlo.
Desplazar los gastos
Si se da cuenta de que sus necesidades cuestan más de lo que le permite su presupuesto, puede que tenga que empezar a mover los gastos. Por ejemplo, puedes ahorrar dinero en vivienda cambiando a una casa o apartamento más pequeño. O renunciar a las vacaciones de tus sueños y quedarte en casa.
Por otro lado, hay algunas necesidades en las que no puedes escatimar. Por ejemplo, probablemente no pueda reducir sus gastos sanitarios. Y como tu salud debe ser siempre lo primero, casi nunca es un buen lugar para recortar gastos.
Hable con un asesor financiero
Si le cuesta hacerse una idea de su presupuesto, quizá haya llegado el momento de hablar con un asesor financiero. Ellos pueden ayudarte a crear una lista que cubra lo esencial y te encamine hacia el éxito financiero.
Un buen asesor financiero también le ayudará a fijar objetivos y a crear un plan para alcanzarlos. Así que, tanto si quieres ahorrar para la entrada de una casa como si quieres jubilarte a cierta edad, hablar con un asesor financiero es una forma inteligente de conseguirlo.
Cómo presupuestar sus deseos
Aunque sus deseos pueden no ser tan importantes como sus necesidades, siguen siendo significativos para usted y su bienestar general. Ahora que ya tienes una cifra en dólares que no puedes tocar, puedes destinar el dinero disponible a los artículos que te gustaría tener.
Sin embargo, a veces presupuestar las cosas que uno quiere puede resultar difícil. Si necesitas ayuda, hay muchas formas de presupuestar para las personas que odian hacerlo. Desde aplicaciones hasta sistemas de sobres, seguro que encuentras la opción más adecuada para ti.
Priorice lo que más desea
Empiece por identificar qué artículos de su lista de deseos son los más importantes para usted. Esto te ayudará a decidir cómo gastar tu dinero y a asegurarte de que destinas los fondos a las cosas que más echarías de menos.
Por ejemplo, si busca ideas económicas para una cita nocturna, puede destinar más dinero al ocio y el entretenimiento.
Pensar a largo plazo
A la hora de hacer tu presupuesto, es esencial tener en cuenta el futuro. Aunque ahora no puedas permitirte algo, eso no significa que no puedas permitírtelo más adelante.
Por ejemplo, si quieres irte de vacaciones el año que viene, empieza a ahorrar dinero ahora para tener suficiente cuando llegue el momento.
Piense si realmente merece la pena
Antes de hacer grandes compras, pregúntate si merece la pena. Ese coche nuevo puede ser bonito, pero ¿merece la pena endeudarse por él? De nuevo, está bien querer cosas, pero sólo deberías comprarlas si realmente merecen la pena.
Tenga en cuenta su salud mental
Su salud mental es tan importante como su salud física. Es importante tener en cuenta ambas a la hora de elaborar su presupuesto.
Los estudios han demostrado que determinados tipos de gasto pueden afectar al estado de ánimo y la salud mental. En un estudio de Science Daily, se descubrió que las personas que gastan dinero en experiencias son más felices que las que gastan dinero en cosas materiales. Por lo tanto, considere la posibilidad de destinar una parte de su presupuesto a entradas para un espectáculo o a una escapada de fin de semana para mejorar su salud mental.
Al fin y al cabo, eres tú quien debe decidir qué es lo más importante y cómo puede ajustarse a tu presupuesto.