Cuando Shakespeare preguntó: "¿Te comparo con un día de verano?", estaba inmerso en el amor y la belleza del verano, seguramente despreocupado por ahorrar dinero en refrigeración.
Para el resto de nosotros, sin embargo, los meses de verano llegan con su implacable calor, y ponemos el aire acondicionado a toda marcha para sentir algún tipo de alivio. Las elevadas facturas del aire acondicionado son una mera consecuencia del verano que tenemos que soportar.
Sin embargo, no tenemos por qué sufrir este destino. Con cambios, algunos grandes y otros pequeños, es posible reducir los costes de refrigeración; y, como ventaja añadida, algunos de estos cambios ayudarán también a reducir los costes de calefacción en invierno.
Cosas que puedes hacer para obtener resultados inmediatos:
1. Utiliza un ventilador de techo o de otro tipo: Los ventiladores ayudarán a hacer circular el aire frío, haciendo que se sienta un poco más fresco.
2. Instale un termostato programable: Un termostato programable puede apagar o apagar el sistema cuando no estás en casa para que no tengas que acordarte de hacerlo. Puedes programarlo para que suba la temperatura por la noche, cuando estás durmiendo. Instalar un termostato programable puede suponer un ahorro del 15% en la factura de la calefacción, y también te ayudará en invierno.
3. Ajuste la temperatura a 78 grados: Es la temperatura óptima para ahorrar energía. Por cada grado que subas el termostato, ahorrarás aproximadamente un 3% en tu factura.
4. Apaga las luces: Utilizar las luces durante el día puede ser más un hábito que una necesidad.
5. Cambia las bombillas: Las bombillas incandescentes desprenden mucho calor y consumen más energía. Cambiarlas por bombillas fluorescentes compactas (CFL) te ayudará a mantener el ambiente fresco y, además, son mucho más eficientes.
6. Apague el aire acondicionado por la noche: A menos que sea demasiado incómodo, intenta no utilizar el aire acondicionado por la noche. Abre las ventanas y deja que entre el aire fresco. Si abres las ventanas hasta la mitad, de modo que haya una abertura arriba y otra abajo, el aire más caliente subirá y saldrá por arriba, mientras que el aire frío entrará por abajo.
7. Cambie los filtros: Los filtros sucios hacen que su unidad de aire acondicionado trabaje más de la cuenta, lo que significa que no está funcionando eficientemente.
8. Haga un mantenimiento anual: Si tiene aire acondicionado central, es importante que lo revise anualmente. Le ayudará a funcionar de forma más eficiente y es posible que detecte un pequeño problema en el sistema antes de que se convierta en uno grave.
9. Ten paciencia: Cuando llegues a casa y haga calor, no pongas el aire acondicionado al máximo. La casa no se enfriará más deprisa y eso hará que el aire acondicionado trabaje más y con menos eficiencia, además de acortar su vida útil.
10. Selle las ventanas y puertas: Si hay corrientes de aire en las ventanas y puertas en invierno, el aire fresco se escapará en verano.
11. No utilices grandes electrodomésticos: La televisión, el ordenador, los fogones, el lavavajillas y la secadora desprenden mucho calor. Intenta utilizarlos con menos frecuencia, sobre todo en los días más calurosos. De todas formas, ¡la comida está mejor a la parrilla!
12. Cierre las persianas: Mantener las persianas y las cortinas cerradas durante el día ayudará a mantener alejado el calor.
13. Instale mosquiteras en las ventanas: Obviamente, las mosquiteras te permiten tener las ventanas abiertas y disfrutar del aire fresco sin preocuparte de que los insectos se las lleven por la noche. Sin embargo, las mosquiteras solares (tipo malla) pueden bloquear los rayos del sol y ahorrarte un 15% en costes de refrigeración.
14. Baje el ventilador del aire acondicionado en los días húmedos: Tener el ventilador a baja potencia en días húmedos permitirá a la unidad eliminar más humedad del aire, lo que hará que la casa se sienta más fresca.
15. Compruebe si hay fugas: Si tienes aire acondicionado central, comprueba si hay fugas en los conductos y sella las que encuentres.
16. Utiliza láminas tintadas: Si no te gusta la idea de mantener las persianas bajadas durante el día, aplica tinte en las ventanas. Es barato y fácil de instalar.
17. Haz tu propio aparato de aire acondicionado: Todo lo que necesitas es un cubo, una nevera, un ventilador y un poco de hielo, ¡y ya tienes un aparato de aire acondicionado sorprendentemente eficaz! Sigue estas instrucciones.
Cosas que puedes hacer para ahorrar costes a largo plazo:
18. Sustituye tus ventanas: Si tienes ventanas viejas, probablemente no sean tan eficientes energéticamente como las de hoy. Cambiar las ventanas es un arreglo costoso, pero se amortiza en pocos años. Incluso es posible que encuentres rebajas y ahorros fiscales que te ayuden a compensar los costes.
19. Aísle las paredes y el ático: Si tienes una casa antigua, puede que no esté tan bien aislada como debería.
20. Instale paneles solares: Puedes comprarlos o alquilarlos y es posible que también encuentres rebajas y ahorros fiscales para ellos.
21. Sustituya el aire acondicionado: Los sistemas antiguos consumen mucha más energía que los modelos más nuevos. Una unidad nueva se amortiza rápidamente, normalmente en 5 años.
22. Plante árboles: Los árboles dan sombra; si se colocan estratégicamente cerca de casa, pueden ahorrarte un 35% en refrigeración. Las pérgolas y los enrejados también pueden ayudar.
Para muchos, los costes del aire acondicionado son uno de los principales gastos del verano. Con unos pocos cambios menores, o unos pocos mayores, los costes de refrigeración pueden convertirse en un gasto más razonable y tendrás más dinero para gastar disfrutando de los soleados meses de verano.