Aunque avalar un préstamo puede proporcionar una red de seguridad a un ser querido, puede ser una tarea arriesgada para usted. Esto es especialmente cierto si la persona a la que estás ayudando es financieramente irresponsable o está comprometida de alguna manera.
Cuando usted cofirma un préstamo, está asumiendo la responsabilidad de la deuda de otra persona. Según la explicación deFHA.com, esto es diferente de un coprestatario. Cuando usted es cosignatario, asume la responsabilidad de la deuda de la que se beneficiará otra persona. Si esa persona incumple el pago del préstamo, la responsabilidad recae enteramente sobre usted.
En cambio, cuando eres coprestatario, también necesitas el dinero que te prestan. No pasa nada por responder de esa deuda porque también te beneficiarás de ella.
Un avalista tiene las mismas responsabilidades pero no tiene el mismo interés en la deuda. ¿Ve la diferencia? Los avalistas suelen estar en gran desventaja.
En la mayoría de los casos, una persona avalará a alguien a quien se sienta financieramente responsable de ayudar. Por ejemplo, muchos padres avalan préstamos para sus hijos, normalmente para ayudarles con sus préstamos estudiantiles. Como los adultos viven cada vez más años, también hay casos en los que los adultos jóvenes se sienten obligados a ayudar económicamente a sus padres.
Aunque es bueno ofrecer protección financiera, firmar conjuntamente no siempre es la mejor manera de hacerlo. Hay varias cosas que debes saber antes de firmar en la línea de puntos.
¿Por qué avalar un préstamo es malo para tus finanzas?
Tener que gastar dinero porque otra persona no ha cumplido con sus pagos sería injusto por tu parte, sobre todo si te has esforzado por gestionar tus propias deudas. Aquí tienes cuatro razones por las que deberías pensártelo dos veces antes de avalar un préstamo.
1. No ayuda en nada a tus finanzas
Como ya hemos dicho, ser cosignatario no es como ser coprestatario porque no tienes ningún interés en el préstamo. Sin embargo, debe asumir la responsabilidad de devolverlo. Aparte de intentar ayudar al prestatario principal a obtener la aprobación del préstamo, esto no le ayudará directamente de ninguna manera.
2. Te hace responsable de una deuda de la que no te beneficiarás
El principal peligro de avalar un préstamo es verse obligado a pagar la deuda porque el prestatario principal ha incumplido sus obligaciones; ésta es la principal razón por la que puede ser perjudicial. Si tiene objetivos financieros y gastos que cumplir, es posible que tenga que retrasarlos hasta que se realicen los pagos necesarios del préstamo. Tenga en cuenta que los prestamistas suelen tener el derecho legal de ir a por usted en este caso, a pesar de que usted no sea el prestatario principal.
3. Puede tener implicaciones fiscales
Hay algunas deudas cofirmadas que puede liquidar para que se le condone una parte. Tenga en cuenta que la cantidad condonada podría considerarse renta imponible, lo que significa que podría tener que pagar impuestos por ella. Tanto usted como el prestatario principal deberán pagarla. Si este último incumple, la responsabilidad recae sobre usted.
4. Puede arruinar las relaciones
La última razón, y quizá la más importante, para evitar avalar un préstamo es que puede destrozar las relaciones. El dinero suele interponerse entre las personas. Por ejemplo, si el prestatario principal no informa de sus pagos atrasados y sus finanzas se resienten inesperadamente, es probable que se produzcan tensiones e incluso resentimientos. También existe la posibilidad de que otros miembros de la familia se involucren y tomen partido.
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¿Cómo puede proteger su posición financiera y seguir ayudando?
Si el aval no es posible, aún hay formas de ayudar a un ser querido en apuros sin comprometer tu salud financiera:
Identificar por qué no pueden obtener un préstamo por sí mismos
Empiece por entender por qué se lo denegaron. En el caso de los padres que avalan los préstamos estudiantiles, es comprensible que el estudiante no tenga la mejor situación financiera. Pero a veces los hábitos de gasto irresponsables son el factor más importante. Sea cual sea la razón, primero debes entender el problema para poder ayudarles a resolverlo.
Da tanto dinero como puedas permitirte perder
Un regalo en metálico puede ayudarles más que avalar un préstamo. A veces, quienes buscan un avalista sólo quierenayuda financiera. Si puedes hacerles un regalo en metálico, puede que no tengan que pedir dinero prestado. Sin embargo, no debes proporcionar ayuda financiera a ciegas. Asegúrate de que la persona a la que ayudas también aprenda a ayudarse a sí misma.
Ayúdales a buscar opciones de préstamo y oriéntales para devolverlo
Si el prestatario principal no puede obtener un préstamo por insuficiencia de ingresos, hay otras opciones que puede investigar. Y si consiguen un préstamo, ayúdales a idear una estrategia para devolverlo a tiempo.
Cuidar de su propia salud financiera debe ser su máxima prioridad. Ayudar a los demás con sus finanzas es un gesto maravilloso. Pero en lugar de limitarse a darles dinero, debe ayudarles a valerse por sí mismos.
Preguntas frecuentes sobre salud financiera
A continuación figuran algunas preguntas frecuentes sobre la salud financiera y las mejores formas de mantener el rumbo.
¿Cuál es mi salud financiera?
La salud financiera es el conjunto de su vida económica. Es el mejor indicador de su capacidad para prosperar monetariamente, desde capear imprevistos hasta alcanzar sus objetivos.
¿Por qué es importante la salud financiera?
La salud financiera da una idea del estado de sus finanzas. Una mala salud financiera indica que debe cuidar sus transacciones financieras y ser más disciplinado con sus gastos.
¿Cómo se mide la salud financiera?
Eche un vistazo a sus ahorros, sus deudas y sus objetivos financieros. Si tienes ahorros suficientes, una deuda manejable y tus objetivos financieros van por buen camino, tu salud financiera debería ser buena.
¿Cómo puedo mejorar mi salud financiera?
La idea es ahorrar tanto dinero como sea posible. Cuanto más positivo sea, mejor será para tu salud financiera ahora y en el futuro.