Sólo los románticos de verdad piensan que el dinero no importa en sus relaciones, y más les vale rezar para que sus parejas estén de acuerdo. Nos guste o no, el dinero y las deudas afectan a casi todo lo que hacemos en la vida, y los problemas de dinero en las relaciones pueden causar serias tensiones. Reconocer este hecho no te convierte en una persona superficial ni significa que te casarías con alguien sólo por dinero; sólo significa que vives en el mundo real.
Los estudios han demostrado repetidamente que las dificultades económicas tienen un efecto negativo en la felicidad de las relaciones. De hecho, los problemas de dinero suelen ser la primera dificultad a la que se enfrenta una relación. Todo el amor del mundo no basta para borrar el fastidio de tener que cubrir la parte del alquiler que le corresponde a tu pareja. Además, si dependes constantemente de tu pareja para una ayuda económica de emergencia, el peaje en tus propios sentimientos de autoestima e independencia puede ser brutal.
Cuando se trata de deudas, estos problemas financieros pueden ser menos inmediatos, pero no menos brutales. En todo caso, las deudas pueden causar mayores desavenencias en una relación (a diferencia, por ejemplo, de una factura de teléfono impagada) porque pueden amenazar sus planes a largo plazo. Cargar con decenas de miles de dólares de deuda, sea cual sea la causa, obstaculiza gravemente tu capacidad para comprar un coche, una casa y ahorrar para el futuro.
A pesar de la gravedad de los problemas de relación que ocasiona, la gente suele intentar ocultar o ignorar las deudas. Si puedes asegurarte de que eres tú quien abre los extractos de tu tarjeta de crédito, probablemente puedas ocultar tu problema de deudas durante un tiempo. Aun así, la verdad acabará saliendo a la luz, así que probablemente sea mejor ser proactivo y hablar de ello por adelantado.
Mantener una conversación sobre deudas puede resultar incómodo en el mejor de los casos y arruinar la relación en el peor. Por eso hemos elaborado esta guía. Siga estos consejos y tendrá muchas más posibilidades de discutir constructivamente sus problemas de deuda, encontrar una solución y convertirse en una pareja más fuerte gracias a ello.
Lo primero es lo primero: ¿es realmente el dinero el problema?
Los problemas con las deudas y los gastos suelen ser síntomas de problemas más profundos en su vida o en su relación. Aunque no lo sabemos todo sobre la causa de tu deuda, podemos señalar algunos motivos habituales de gasto excesivo para que puedas entender mejor por qué te has endeudado.
Por ejemplo, los psicólogos han descubierto que someterse constantemente a una "terapia de compras" podría indicar un deseo de control sobre la vida, especialmente sobre el estado emocional. En un experimento, los participantes vieron una película deprimente y se dividieron en dos grupos: Elegidores y Navegadores. Los organizadores presentaron a ambos grupos una docena de objetos. Los primeros podían elegir lo que querían comprar, mientras que los segundos sólo podían indicar qué objetos les serían más útiles cuando viajasen. En virtud de su capacidad de "elegir" (es decir, "comprar") un objeto, los Elegidores declararon estar mucho mejor de ánimo que los Navegadores al final del experimento.
En otras palabras, el acto de elegir les permitió recuperar el control de su estado emocional. Es lo mismo que ocurre cuando sales a comprar cosas nuevas cuando te sientes mal. Es importante reconocer con qué frecuencia sales a gastar.
Por supuesto, gastar más de la cuenta también puede deberse a una falta de disciplina ante las presiones para comprar. Nos enfrentamos constantemente a anuncios y exhortaciones a gastar dinero, y algunos expertos calculan que nos encontramos con más de 4.000 anuncios al día. Aunque la mayoría ignora muchos de esos anuncios, la cantidad de mensajes diseñados para incitarnos a comprar sigue siendo considerable. Si combinamos esto con el hecho de que muchas personas carecen de presupuesto o de ahorros significativos y que a menudo recurren al crédito para evitar el dolor psicológico que supone entregar dinero en efectivo, podemos darnos cuenta de lo fácil que es endeudarse gastando.
Lo importante es que probablemente no te estés endeudando sólo porque quieres cosas. Independientemente de que los desencadenantes sean emocionales, psicológicos o circunstanciales, tienes que entender qué puede haberte llevado a endeudarte tanto. No tienes por qué tener todas las respuestas en este momento, pero deberías tener una idea general.
Para los fines de este artículo, supondremos que las causas subyacentes de su deuda son principalmente de comportamiento y no se deben a una dificultad. Aunque hablar de deudas es estresante en cualquier momento, la gente suele ser más comprensiva cuando la causa son facturas médicas o la pérdida de un empleo. Si necesitas orientación más allá de esas explicaciones, sigue leyendo.
Segundo: Organizarse
El siguiente paso para hacer frente a sus problemas de deuda es organizarse. No puedes controlar tus finanzas si no sabes exactamente a qué atenerte.
Si no tienes un presupuesto, hace tiempo que deberías haberlo hecho. Los presupuestos son los pilares de la salud financiera. Te ayudan a identificar patrones de gasto en el pasado, a calcular lo que puedes permitirte en el presente y a crear un plan de pago de deudas para el futuro. Sin un presupuesto, no puedes tener una estrategia para salir de deudas.
Para hacer un presupuesto, basta con abrir una hoja de cálculo en el ordenador y contar los gastos del mes. Algunos serán fijos y constantes (como el alquiler), mientras que otros variarán (como la compra). Para los que varían, haz tu mejor estimación, pero ten cuidado de no subestimar lo que vas a gastar.
A continuación, calcula tus ingresos del mes. Si trabajas por horas, puede que te resulte difícil dar con una cifra exacta, pero deberías poder aproximarte.
Por último, resta tus gastos de tus ingresos. El dinero que te queda es el que puedes utilizar para empezar a construir tu futuro.
Tu presupuesto mensual te ayudará a controlar el corto plazo; sin embargo, para tomar el control de tu futuro financiero a largo plazo, tienes que aprender a entender tu deuda. Para ello, abre una nueva pestaña en la hoja de cálculo de tu presupuesto y enumera cada deuda, el importe total, la fecha de pago mensual, la fecha final de pago y el tipo de interés.
Esta parte puede ser descorazonadora, sobre todo justo después de calcular tu presupuesto. Si eres como muchas personas que luchan contra las deudas, probablemente te queden decenas de miles de dólares de pagos pendientes por hacer y muy poco sobrante al final de cada mes. Sin embargo, aunque pueda parecer imposible saldar definitivamente sus deudas, con trabajo duro y perseverancia, progresará financieramente en poco tiempo.
Esto nos lleva al siguiente paso: hablar de todo esto con tu pareja.
Tercero: Prepárate para hablar
Hay cuatro palabras en inglés que nadie quiere oír: "Tenemos que hablar". A pesar de ello, esas palabras suelen impulsar grandes avances en las relaciones. Si quieres afrontar tus problemas de dinero de la forma correcta, tienes que hablar de ellos con tu pareja.
Hacerlo es, por supuesto, mucho más difícil de lo que parece. Hablar de dinero es incómodo en el mejor de los casos. Admitir que tienes un problema de deudas puede parecer un castigo cruel e inusual por el delito no tan grave de gastar a crédito.
Estas dificultades se amplifican si además de la deuda hay otras indiscreciones que tienes que admitir. Digamos que no sólo tienes problemas con las deudas, sino que llevas años ocultando a tu pareja tu adicción a las compras o al juego. Digamos que has tomado dinero prestado de tu fondo de reserva o de tus ahorros para cubrir el pago inicial de una casa, sólo para mantener la mentira. A tu pareja le molestará que le hayas ocultado cosas, pero créenos: la verdad tiene que salir a la luz si de verdad quieres cambiar.
Aquí es donde toda la planificación resulta útil. No vienes a la mesa con la cabeza entre las manos, suplicando ayuda; ya has trabajado un poco. Sabes cuánto debes, tienes un presupuesto, un plan básico y entiendes (a un nivel básico) cómo acabaste endeudándote tanto. Estás demostrando que te importa hacer las cosas bien y que estás dispuesto a trabajar para cambiar. Eso es muy importante.
Por supuesto, eso no significa que tu pareja vaya a estar de acuerdo con todo de inmediato. Dale tiempo para procesar y asimilar lo que le estás diciendo, y luego deja que diga lo que sea necesario en ese momento. Estás pidiendo comprensión, pero recuerda que la compasión es una calle de doble sentido.
Una vez que la situación se haya calmado y ambos hayáis aceptado la realidad de vuestras deudas, estaréis preparados para hacer el verdadero trabajo: salir de las deudas de una vez por todas.
Cuarto: Elaborar juntos un plan
Puede que te hayas endeudado tú solo, pero cuando tienes pareja, salir de las deudas es un trabajo de equipo. Ya no eres responsable sólo de ti mismo desde el punto de vista financiero. Con la actitud adecuada y mucho apoyo, los dos podréis vivir sin deudas antes de que os deis cuenta.
Aunque el plan ideal de amortización de deudas varía de una pareja a otra, hay algunas reglas generales que conviene tener en cuenta. La primera: asegúrese de mantener reuniones periódicas para evaluar todo su panorama financiero y comprobar que avanza a buen ritmo hacia el pago de sus deudas. Sí, sabemos que esto suena aburrido, pero saber que tienes una revisión financiera con tu pareja una vez al mes realmente te ayudará a mantenerte en el buen camino y te permitirá identificar cualquier problema persistente o mejora que puedas hacer.
Para rendir cuentas, pon tus objetivos de pago de deudas en un lugar visible de tu casa, por ejemplo, en una pizarra o en la nevera. Anota cuántos días faltan para la fecha de pago prevista y actualiza cuánto dinero debes aún cada vez que realices un pago. Este sencillo hábito te ayudará a recordar tus objetivos cada día para que no vuelvas a resbalar.
Si tienes que hacer cambios en tu estilo de vida para cumplir estos objetivos, asegúrate de incluir a tu pareja en el plan. Decirse a sí mismo que va a dejar de comer fuera para ahorrar dinero está bien, pero si su pareja no está al tanto, le tentará a romper esa promesa o empezará a preguntarse por qué sigue rechazando una cita nocturna. Hable con franqueza de cualquier cambio o sacrificio que piense hacer para asegurarse de que ambos se sienten cómodos con lo que está por venir.
Por último, si la tensión de pagar las deudas es excesiva o si sientes que no avanzas, no te reprimas. Tu pareja debe ser una caja de resonancia de ideas y un hombro sobre el que llorar. Los problemas de dinero en una relación son difíciles, pero nunca olvide que están juntos en esto y recuerde que tiene muchas opciones de alivio de la deuda a su disposición.
Si desea discutir algunas de esas opciones de alivio de la deuda, póngase en contacto con National Debt Relief hoy para caminar a través de lo que es posible con uno de nuestros expertos. Estamos aquí para ayudarle a averiguar su mejor camino a seguir para salir de la deuda. Sólo asegúrese de hablar con su pareja antes de tomar cualquier decisión importante.